Entradas populares

domingo, 1 de junio de 2014

Sweet Home, Buenos Aires

A lo largo de mis casi 22 años de vida he guardado en mi haber varios recuerdos. Algunos de ellos son buenos y otros no tanto, pero todos tienen un fundamento y suceden para dejarnos alguna enseñanza o moraleja para aplicar en la vida. Entre esos recuerdos se encuentra uno que marcó mi vida para siempre, a tal punto que hoy, si me propusieran volver el tiempo atrás, volvería a revivirlo una y mil veces.
Lo recuerdo como si fuera hoy: cuatro de enero de 2009. Ese fue mi último día viviendo en mi país natal, Uruguay. Ese día mis familiares nos organizaron una despedida que tuvo lugar en la casa de mis abuelos, en un contexto marcado por la ansiedad de mis primos por la llegada de los Reyes Magos en la noche siguiente. Esa fue la noche en la que me cayó la ficha de que una nueva etapa en mi vida estaba a punto de comenzar. Buenos Aires es una ciudad que siempre me ha llamado la atención. Siempre que veníamos con mi familia de vacaciones quedaba impactado por la enorme oferta de posibilidades que la ciudad ofrece para disfrutar por parte del turista. Hoy Buenos Aires me sigue sorprendiendo, día a día, todos los días.

Es una ciudad que supera los once millones de habitantes incluyendo al Gran Buenos Aires. También es la mayor área urbana de la Argentina, la segunda en Sudamérica y una de las 20 mayores ciudades del mundo, además de ser la ciudad más visitada de América del Sur. ¿Cómo no me va a dar curiosidad el hecho de vivir en una ciudad con estas características?



Esa noche del 4 de enero fue sumamente especial. Me costó mucho conciliar el sueño, aunque fue una noche atípica en horarios, porque la mudanza comenzó oficialmente a la 1 de la madrugada del día 6. La ansiedad podía más que yo, pero creía tener todavía la fuerza para controlarla. El momento de mayor ansiedad fue cuando sentí sonar el timbre de mi casa en Uruguay, que estaba repleta de cajas y valijas con todas nuestras cosas. El timbre anunció la llegada de Homero, uno de mis tíos, quien nos ayudó con su camioneta para poder hacer la mudanza más fácilmente. Una vez cargadas en ella y en nuestro auto todas nuestras pertenencias, emprendimos el viaje hacia Colonia para tomar el Buquebús. Viaje que significaba el ingreso en una nueva fase de mi vida. Un nuevo desafío estaba naciendo.

El viaje a Colonia se pasó muy rápido. Una vez realizados los trámites necesarios, subimos al barco. Ya solo nos separaban 3 horas de Buenos Aires. La travesía transcurrió entre  música en mis oídos, algunos instantes de sueño, una o dos gaseosas que compré y alguna que otra charla con mi hermano y mis padres. Fueron 3 horas largas, pero finalmente la llegada al Puerto de Buenos Aires se hizo efectiva alrededor de las 10 de la mañana del 6 de enero de 2009. No podía contener más la ansiedad. Inmediatamente descendimos a la bodega del buque y todos los autos allí presentes empezaban a ponerse en marcha. Nuestro destino era la casa que hoy estoy habitando, ubicada en la zona de Recoleta, barrio en el que viven, de acuerdo a datos referidos al Censo de 2010, 157.932 habitantes, y en el cual se presenta la proporción femenina más alta del país.

Recuerdo que, una vez llegado a casa y habiendo medianamente ordenado mis pertenencias luego de una siesta, nos dispusimos junto a mi tío y mi hermano a recorrer la ciudad. La camioneta de mi tío había recorrido ya varios kilómetros, por lo cual fue necesario recargar combustible en alguna estación cercana. Lo que más me impactó de ese viaje, sin lugar a dudas, fue que nos identificaron en seguida como uruguayos por la diferencia de la matrícula de la camioneta. Hasta ese momento no me había pasado una cosa así. Después, una vez recargado el combustible, nos dirigimos hacia una de las calles que más conocía de visitas anteriores: la Calle Florida. Si bien comienza en la Av. Rivadavia y termina en la Gral. San Martín, no hicimos todo ese recorrido por una cuestión de tiempo. Nos mantuvimos cercanos a la zona de Florida y Corrientes, en donde no pude evitar bajar de la camioneta y entrar a Musimundo a ver un par de CDs.




Ese fue el único momento en el cual descendimos del vehículo. Me sorprendió mucho el uso de las calles peatonales en la ciudad, ya que en Uruguay no abundan. La Calle Florida, por su parte, se convirtió en la primera calle peatonal en algunos tramos en 1913, y en 1971 se transformó en peatonal en su totalidad. También me impactó la enorme cantidad de gente que circula por la ciudad en las denominadas “horas pico”. Las bocas de los subtes desbordaban de gente que entraba y salía, y eso para mí era algo totalmente nuevo. La línea D es la que más utilizo, sobre todo para dirigirme desde mi casa hacia la Universidad, y viceversa. Si bien la línea recorre desde la zona de Congreso hasta Puerto Madero, aprendí a bajarme en la estación Facultad de Medicina de la Avenida Córdoba para ir a la casa de algunos amigos, o, en su defecto, a descender en la estación Pueyrredón para dirigirme hacia mi casa. Es toda una experiencia, no solamente por el tumulto de gente que se transporta en los subterráneos, sino por la velocidad de los mismos. Es el medio de transporte que más utilizo, junto con los colectivos.




Volviendo a la camioneta, el viaje comenzó en la calle Florida y continuó en el Obelisco, zona que tenía conocida porque me había hospedado en zonas cercanas a él en otras oportunidades, cuando había venido de vacaciones. Desde allí veía el teatro Gran Rex y el Ópera, y pensaba en la enorme cantidad de veces que los iría a visitar a partir de ahora en ocasión de diferentes recitales, cosa que efectivamente llevé a cabo durante este tiempo.



Le siguió una parada en el supermercado, para comprar un par de cosas y, a la vez, conocer medianamente dónde estaban ocupados los productos, para tener una idea para próximas compras. Supermercado Coto, 17 horas. También gente por doquier. Escaleras mecánicas que conducían al comprador de un nivel a otro. Una vez terminada la visita, el viaje siguió su curso hasta llegar al Cementerio de la Recoleta, en el que se encuentran sepultadas el mayor número de personalidades de la Argentina. Si bien considero que un cementerio no es el mejor lugar para visitar, me impactó la carga histórica que representa el lugar. Allí yacen diversos personajes que forman parte de la historia Argentina, como el militar, político y gobernador de Buenos Aires Manuel Dorrego (1787 – 1828); el estanciero porteño, militar, político y también gobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas (1793 – 1877); y el político, caudillo militar y gobernador de la provincia de La Rioja Facundo Quiroga (1788 – 1835); entre otros. A algunos de ellos los había leído en algún manual para mis clases de historia, por lo cual me resultaban conocidos.


El recorrido en camioneta llegaba a su fase final. Nos dirigimos hacia la Avenida del Libertador, para dar la vuelta final. Me quedaba pendiente visitar el museo Malba y el Museo Nacional de Bellas Artes, lo cual concreté en los días siguientes.


Fue el primer viaje que hice en la ciudad. Pretendía conocerla, pero hay algo que pude concluir una vez que regresamos a casa: a Buenos Aires se la conoce día a día. Es una ciudad que no deja de sorprender, y que invita a desarrollar diversas actividades. Desde aquel 6 de enero de 2009 estoy en proceso de conocimiento de la ciudad. Hoy, cinco años después de aquel viaje en camioneta que me dejó una primera impresión de todas las ofertas de Buenos Aires, puedo decir que la sigo eligiendo, y que mi encuentro con ella es uno de mis recuerdos más arraigados, que volvería a vivir una y mil veces más.  

jueves, 31 de enero de 2013

Del vinilo al MP3, ¿y viceversa?

Como es de público conocimiento a nivel mundial, la era de la tecnología está inundando la esfera terrestre día a día, sin dar ningún tipo de tregua. Esto demanda a los habitantes del tercer planeta más alejado del sol el tener que adaptarse constantemente a los cambios que esto produce para poder encarar con más facilidad el mundo en el que nos toca (y nos tocará) vivir de ahora en adelante.

Estos cambios se presentan en formas absolutamente variadas, pero en esta oportunidad propongo hacer foco en cómo impactan en lo musical. 

Remontémonos a los inicios de la década de 1960, cuando en la Argentina salían a la calle los primeros vinilos de Los Gatos, Almendra, Manal, Vox Dei, Sui Géneris, entre otras bandas. Se trataba de un disco de gran tamaño, con dos lados, el cual debía colocarse en un tocadiscos con una púa encima, para hacer efectiva la reproducción de su contenido. Además de los vinilos de agrupaciones argentinas, de a poco iba surgiendo una notable popularidad de grupos extranjeros como The Rolling Stones, Yes y The Beatles, entre otros, que influenciaron el la juventud de ese tiempo, creando una revolución que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad.



Sin embargo hoy, a poco más de medio siglo de esas épocas, se hacen presentes los cambios que se mencionaban al principio de esta entrada. Actualmente la música puede escucharse en radios, televisores, computadoras, CDs, MP3s, MP4s, incluyendo también materiales audiovisuales como los DVDs y Blu Rays. Si miramos para atrás y retrocedemos cincuenta años, indudablemente estamos ante dos mundos total y completamente diferentes.

Sin embargo, existen hogares que, a pesar de los tiempos que corren, guardan todavía algún que otro tocadiscos con un vinilo dentro para escuchar. ¿El sonido del tocadiscos es el mismo que el del CD, MP3, MP4 o MP5? ¿La nitidéz con la que se escucha es similar en todos los formatos? ¿Qué ventajas y desventajas existen en reproducir la música en un Winko? ¿Y en una computadora? 



Indudablemente todas estas preguntas han sido formuladas varias veces por las compañías discográficas y las casas de música. A las pruebas me remito: vamos a tomar como ejemplo la discografía de The Beatles. La misma, en el año 2009 si no me equivoco, ha sido re - lanzada al mercado en formato remasterizado, desde "Love me do" hasta "Let it be". Pero además, hace pocos meses se ha relanzado la misma discografía, pero en formato de discos de vinilo. 



Y la Argentina en este terreno tampoco ha sido la excepción. En 2011, el músico argentino Charly García realizó una serie de recitales en el teatro Gran Rex, para celebrar sus sesenta años de vida. Los shows ofrecidos fueron filmados y lanzados a la venta en un set box en formato de CD y DVD. Pero también, hace pocos meses, García decidió re - lanzar el producto en formato de discos de vinilo. Además, existen algunas disquerías que venden vinilos de diversas agrupaciones musicales, tanto a nivel local como internacional.



Mi pregunta es: ¿qué está pasando? ¿Será que la tecnología hoy en día ya no es, al menos en el terreno musical, la gran seductora? ¿Será que, como dice la clásica frase, "los primeros siempre vuelven"? ¿Los últimos serán los primeros?

Todas estas preguntas se irán respondiendo con el paso del tiempo. Hoy, lo que podemos afirmar es que la tecnología está aprendiendo a convivir con objetos preexistentes a ella.


domingo, 17 de junio de 2012

Por un modelo propio

El próximo 15 de agosto voy a cumplir 20 años de vida. A pesar de que Carlos Gardel, en su tango Volver, deje en claro que veinte años no es nada, puedo decir que es un tiempo considerable, en el que he vivido y notado muchas y diversas cosas. En esta entrada voy a intentar profundizar en una de ellas. Se trata de una sensación que de vez en cuando me viene a la cabeza: si tuviera que darle una denominación, la misma sería la sociedad de la perfección.

Considero que existe, desde tiempos inmemoriales, una tendencia innata del ser humano a ser brillante, a no admitir el error en su quehacer cotidiano, a no recibir ningún tipo de crítica, e incluso a considerar que su modo de obrar es el único correcto, y por ende intenta inculcarlo a sus familiares, amigos, conocidos y demás seres que lo rodean.

¿Por qué sucede esto? No lo sé. Sin embargo, una de las teorías que puedo proponer es que, ya desde temprana edad, la mayoría de nosotros tendemos a imitar modelos de hablar, de vestir, de pensar, y hasta de vivir, que nos son suministrados diversos factores externos a nosotros. Un ejemplo claro puede darse en el mundo de la estética, en donde, cada vez más, los medios nos hacen saber sobre determinados modos de vida llevados adelante por personajes conocidos de diversos rubros, a los cuales admiramos y solemos querer ser como ellos. Lo que quiero dejar en claro es que ser como el otro es imposible. A mi entender, cada persona es un mundo. No hay nadie en él que sea una réplica exacta de nosotros mismos. Lo que sí puede suceder es que tengamos ciertos rasgos similares a otras personas, como nuestros padres, familiares o amigos. Pero hay que establecer una clara diferencia entre tener rasgos similares y querer ser como otra persona. Cada uno es como es.

Y, justamente, como cada uno es como es y no hay nadie que nos pueda igualar, por más que consideremos imitar cualquier modelo lo mejor posible, debemos hacer un intento por dejar de creer que la imitación de ellos va a ser que el de cada uno de nosotros sea mejor o cobre más sentido. 

Creo que muchas veces no sabemos percatarnos de lo importante que somos. De las facultades y cualidades que tenemos para desarrollar. De lo que somos capaces de hacer si nos lo proponemos. Qué bueno sería que nos demos un tiempo breve para pensar en lo que podríamos llegar a hacer si nos volcásemos completamente a ello, venciendo al enemigo de la pereza, la mala predisposición, el desánimo y, fundamentalmente, la frase no puedo o no me sale.

Lamentablemente, de vez en cuando recibimos la visita en nuestras mentes de visiones negativas sobre nuestros proyectos, creyendo que éstos nunca van a llegar a plasmarse en la realidad, o llegando a pensar que no estamos haciendo lo suficiente para que así sea. Y lo digo desde mi experiencia personal. Lo he vivido en carne propia en varias oportunidades. Sin embargo, si uno reflexiona profundamente, va a encontrar siempre algo por lo que luchar, por lo que alcanzar, por lo que levantarse día a día. No importa lo que esto sea. Es más significativo que, día a día y sin rendirnos, demos un paso más para alcanzarlo.

¿Piedras en el camino? Por supuesto, siempre van a existir. Diría que se van a hacer presentes muchas veces. Pero el desafío que quiero proponer hoy es intentar remover esas piedras que opacan y nublan el sendero de nuestra vida, para que la meta se vea con más claridad. 

Los modelos a los que intentamos igualar quizás tengan un método que les haya resultado satisfactorio para alcanzar sus objetivos más deseados. ¿Y si creamos los nuestros propios? ¿Y si les damos paso a otros modelos originales, que otros no hayan considerado? Seguro que podemos. Te invito a que te sumes. Después me contás.

sábado, 28 de abril de 2012

Serrat & Sabina: crónica de un recital anunciado

Desde mediados del mes de marzo, los cantautores españoles Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina se encuentran en la Argentina presentando un material discográfico conjunto, titulado La orquesta del Titanic. El mismo incluye un total de once canciones compuestas por ambos, las cuales, junto con otros temas clásicos pertenecientes a sus respectivas carreras como solistas, están siendo presentadas en una gira de alcance mundial, denominada Dos pájaros contraatacan.

Pero no es la primera vez que Serrat y Sabina (o Sabina y Serrat, para combatir los problemas de cartel) se proponen la realización de trabajos en los que ambos sean partícipes. La primera gira que realizaron juntos data del año 2007, y llevó como título Dos pájaros de un tiro. Incluyó una recopilación del vasto repertorio de ambos músicos, y uno de los shows llevado a cabo en el Palacio de Deportes de la ciudad española de Madrid fue grabado en vivo en formato de DVD, para ser posteriormente sacado a la venta junto con un libro y un CD de audio. 

En esa primera gira no faltaron temas como los clásicos 19 días y 500 noches, Mediterráneo, Lucía, Noche de bodas, Hoy puede ser un gran día, Para la libertad, Que se llama Soledad y  Calle Melancolía, entre otros. Serrat y Sabina trajeron esa gira a la Argentina, presentándola en diciembre de 2007 en el estadio de Boca Juniors. 

Desde entonces, y una vez finalizado el proyecto, Joan Manuel y Joaquín continuaron con sus respectivos trabajos como solistas. De hecho, y desde el año 2007 hasta ahora, ambos han vuelto a visitar la República Argentina. Sabina, por su parte, presentó en el Luna Park, en abril de 2011, su gira El penúltimo tren, en una serie de noches en las cuales contó con invitados de la talla de Andrés Calamaro, Fito Páez y Charly García. Entre tanto, Serrat presentó su hasta ahora último trabajo solista, titulado Hijo de la luz y de la sombra, que salió a la venta en el año 2010. El cantautor catalán se presentó, entre otros teatros, en el Gran Rex, a fines del año 2008.

Sin embargo, siempre el público esperó ansiadamente el regreso del dúo, el cual, a mi entender, tuvo una respuesta altamente positiva por parte de los espectadores de los conciertos correspondientes.




Si nos remontamos al año 2007, debo confesar que en ese entonces no me consideraba un fanático absoluto ni de Sabina ni de Serrat. Ambos se presentaron en el Estadio Centenario de Montevideo, Uruguay, donde vivía en aquel entonces. Tenía conocimiento de que ambos eran (y continúan siendo) músicos altamente prestigiosos, pero nunca me había focalizado en ninguna de sus canciones. 

Un buen día, estando de paseo por Buenos Aires, me decidí a comprar el material en DVD de Dos pájaros de un tiro, simplemente por curiosidad. De vuelta en Uruguay, me dispuse a verlo, y realmente logró captar toda mi atención. Venía de prácticamente desconocer por completo las obras de ambos, pero con el tiempo las melodías lograron atraparme y cautivarme.

Lo primero que me llamó poderosamente la atención fue el armado de la puesta en escena en el Palacio de Deportes de Madrid, así como también la cantidad de músicos que acompañaban a Sabina y Serrat en la gira conjunta. Los mismos, cabe aclarar, formaban parte de las respectivas bandas de ambos. Vi el material una, y otra, y otra, y otra vez, hasta que me terminé enamorando de las canciones allí ofrecidas, efecto que dura hasta el presente.

Confieso mi profundo arrepentimiento por no haber podido asistir al show de Dos pájaros de un tiro ofrecido en Uruguay. Sin embargo, el pasado 26 de abril del corriente, pude tomar revancha y tener la oportunidad de ver a Joan Manuel y Joaquín nuevamente juntos sobre un escenario. El dúo español se propuso volver al ruedo con un proyecto, aunque esta vez se incluyó la grabación de un disco en vivo con temas propios, como se dijo al principio de la presente nota.

La gira tuvo un nuevo título esta vez, aunque nuevamente relacionada con los pájaros: Dos pájaros contraatacan. Con respecto al disco, la denominación del mismo está relacionada al centenario del hundimiento del Titanic, durante la madrugada del 15 de abril de 1912, tras chocar contra un iceberg en Terranova, Canadá.  Por tal motivo, el material discográfico llevó por nombre La orquesta del Titanic.

Anticipando el altísimo nivel de concurrencia de público a las presentaciones de la gira, las entradas para la misma en Buenos Aires comenzaron a venderse el 15 de septiembre de 2011. Serrat y Sabina, entretanto, se dispusieron a presentar su trabajo en la capital de la República Argentina entre los meses de marzo y abril de 2012, aunque anteriormente visitaron provincias del norte y el sur del país, siempre difundiendo su nuevo material.  El escenario elegido para hacer las presentaciones en Buenos Aires fue el mítico estadio Luna Park. Se calculan alrededor de unas veinte recitales para la presentación de Dos pájaros contraatacan allí


Como se dijo con anterioridad, tuve la oportunidad de asistir a la función brindada el pasado 26 de abril. Me acompañaron tres personas, o, mejor dicho, una persona y dos factores inevitables: un amigo, mis nervios y mi ansiedad. Fue la primera vez que pude ver a Serrat y a Sabina juntos, y ello provocó mucha adrenalina en mí, la cual creo haber demostrado durante el show. Un recital que supo combinar en forma adecuada el material nuevo con los clásicos de siempre. Acompañados por músicos que conocen y canciones que permitieron la realización de un show que duró alrededor de tres horas y media, Serrat y Sabina se mostraron dinámicos, entusiastas, alegres, en contacto permanente con su público, y sobre todo, demostrando ese amor y deseo tan profundo de valorar la música que cada uno de ellos tiene para ofrecer, teniendo la oportunidad de regalársela a un público que, al menos hablando desde mi persectiva, se fue muy contento y con ganas de que el recital no terminase nunca. 

No puedo hacer más que recomendarles las canciones de estos dos grandes artistas, y decirles que, si tienen la oportunidad de poder asistir a alguno de los conciertos de Dos pájaros contraatacan, no pierdan la oportunidad de hacerlo. Sin embargo, puedo dar una única certeza: ¡no se van a arrepentir!






viernes, 12 de agosto de 2011

YO SOY UN VICIO MÁS...

Ante todo, voy a comenzar esta entrada del blog diciéndoles que, por razones de tiempo que debo dedicarle al colegio, en estos días debo reducir el número de entradas semanales en este sitio. Ello no quiere decir que vaya a abandonarlo, pero sí que, momentáneamente, debo escribir en forma más pausada.

Como se puede ver, el título de esta entrada consiste en una frase de una canción de Charly García, músico a quien admiro profundammente, titulada "Tu Vicio" (álbum "Influencia", 2002). En estas breves líneas voy a intentar describir las cosas que me ocurren personalmente (y quizás les puedan suceder a otras personas también), cuando uno se envicia con algo.

Propongo, a modo de introducción de esta compleja temática a abordar, comenzar dando una breve definición sobre lo que nos estamos refiriendo cuando hablamos de un vicio. Dicho término tiene por significación, de acuerdo con la enciclopedia virtual Wikipedia, lo siguiente: un vicio es todo aquel hábito o práctica que se considera inmoral, depravado o degradante en una sociedad. Con menos frecuencia, la palabra puede referirse también a una falta, a un defecto, a una enfermedad, o tan solo a un mal hábito.


Para el contexto en el cual me propongo el análisis del tema en cuestionamiento, la segunda parte de la definición resaltada va a resultar más interesante y conveniente. Me pregunto entonces: ¿Cuáles son nuestras faltas más profundas? ¿Cuáles son nuestros más grandes defectos? ¿Cuáles son nuestros males? Sin lugar a dudas, es difícil reconocerlo y admitirlo. Pero la pregunta fundamental aquí, y a mi criterio, es: ¿por qué nos cuesta tanto reconocer nuestros defectos, errores o males? ¿Cuáles son las causas que nos llevan a buscar la perfección total y absoluta? Fito Páez, en su canción Buena Estrella (álbum "Abre", 1999), enuncia un verso que, en mi opinión, tiene un cien por ciento de certeza: "Pero es que existe una ley: nadie es perfecto. Vos también tendrás lo tuyo, corazón". 


Perfeccionarse, a mi entender, es una de las características que más busca el hombre por su naturaleza, por el hecho de querer evolucionar, avanzar, esforzarse, superarse día a día. Ahora bien: ¿hasta dónde es conveniente buscar esta perfección? Ya dijimos anteriormente que nadie es perfecto en esta vida (salvo Dios o como quieras llamarlo). Al darnos cuenta de que alcanzar la perfección es imposible (al menos en esta vida), caemos en el vicio, en el defecto, en la falla.

Lo que me pasaba en un principio era relacionar la palabra "vicio" con las drogas, el alcohol y las enfermedades. No me pregunten por qué, ya que no creo que pueda dar una respuesta precisa. Pero me doy cuenta de que un vicio no precisamente debe estar relacionado con los temas ya mencionados. Uno puede tener cualquier tipo de vicio, en el ámbito que sea, del carácter que sea. Reconozco que, en mi caso, uno de ellos es el ser total y completamente organizado y estructurado en algunos aspectos de mi vida. Si bien creo que en este último tiempo estuve trabajando y mejorando considerablemente esta temática, todavía me quedan algunas secuelas de la organización, la rutina, la perfección, que llevo a cuestas.

Creo que la rutina es el peor vicio que uno puede tener. ¿Qué puede ser más tortuoso para un ser humano que tener que hacer todo en un mismo horario, siguiendo un cronograma, obedeciendo un determinado orden? Darse un deslíz es más que importante, le hace bien a todo el cuerpo y al cerebro. Pero el despejarse un poco no significa un despliegue permanente. Hay aspectos rutinarios que hay que cumplir a rajatabla por el solo hecho de compartir nuestra vida con el resto de la sociedad. Para ser más claro en este punto, les propongo imaginarse qué ocurriría si decido dejar de bañarme para realizar un cambio en mi rutina. ¿Cómo reaccionarían aquellos que viven conmigo?

El vicio y la rutina tienen, a mi entender, una desgracia fundamental para el hombre: el encierro, el alejamiento, la negación a lo diferente. Seguir adelante en forma diaria una rutina determinada, hacerse adicto a lo que fuere, no salir de ello, no permitirse un cambio, lleva a que uno se niegue a cambiar la realidad en la que vive. Imagínense el nacimiento de un nuevo ser, en donde la mínima alteración de uno de los cuarenta y seis cromosomas altere totalmente el proceso de gestación. Con la vida humana ocurre lo mismo: una alteración mínima de la rutina conlleva a cambios de carácter (desde una perspectiva negativa), como ser la negación, el encierro, el no dejarse ayudar, el alejamiento. Ya lo dijo Miguel Cantilo en su popular grupo "Pedro y Pablo": "Guarda con la rutina, que es una enfermedad. Guarda con la rutina, te vas a contagiar".


Para concluir, y volviendo a citar una frase de Pedro y Pablo: "Renovarse está bien" (también tomada de la canción "Guarda con la rutina"). La desviación de la rutina, la alegría, la felicidad, la diversión, son factores que pueden contribuir positivamente hacia una vida más sana, saludable, disfrutable y digna de ser vivida. Para terminar, una pregunta para que todos meditemos: ¿debemos ver a la rutina como amiga o como enemiga? Creo que las respuestas son absolutamente múltiples. Pero, por favor, tomen esta entrada tan solo como un consejo o advertencia para la vida, y no piensen que mi objetivo es hacerles cambiar de parecer. Porque ese no es ni va a ser mi objetivo aquí...

Muchas gracias.

miércoles, 3 de agosto de 2011

CON EL PASAR DE LOS AÑOS...

Uno de los tantos temas que suele aterrar a algunas personas es el del paso de los años, las enfermedades, los dolores corporales, los malestares, entre tantos otros que conformarían esta lista. Sin embargo, y en mi modesta opinión, no hay por qué preocuparse a la hora de envejecer. Entre paréntesis, queda claro que no hay una hora exacta para envejecer, sino que cada persona lo hace a su ritmo, ya que hablamos de un proceso de envejecimiento, y no de un horario exacto para envejecer.

El debate que se plantea en el día de hoy es el siguiente: ¿es malo envejecer? ¿Por qué el miedo a la tercera edad o a la muerte? ¿Por qué algunas personas presentan cierto desprecio y/o negación hacia la vejez? Todas estas son preguntas de las cuales no tengo una respuesta exacta para dar en este momento. Lo que puedo hacer humildemente es tratar de formular a continuación una respuesta que englobe todas estas temáticas y llegar a una conclusión al final del presente artículo.

Personalmente, considero que la vejez es una de las tantas etapas que tiene la vida, y que a su vez tiene un momento para llegar. Pero el error fundamental está en pensar que la vejez lleva inmediatamente al final de la vida, y que si una persona tiene cumplida una determinada edad su vida se terminó y ya no tiene más nada que hacer. Manifestándome en contra de todo esto, quiero decir que la vejez no siempre marca el final, sino que puede llegar a delimitar el comienzo de diversas etapas y situaciones que la vida nos tiene reservadas.  (¿Recuerdan cuando, en la entrada de este blog titulada “El Futuro”, se hablaba de que la vida tiene sorpresas para nosotros en cualquier momento, y que no es posible programarla totalmente?) Quizás sea durante la tercera edad el momento en que la vida da un click, un giro de ciento ochenta grados, y quizás sea ese el momento de comenzar con el cumplimiento de los proyectos que habían quedado pendientes.

Otro aspecto a destacar es que no debe confundirse vejéz con quietud absoluta. ¿Dónde está la ley que obligue a los adultos mayores a permanecer en sus respectivas casas, sin tener la posibilidad de salir de ellas ni siquiera por un breve instante? Quiero dejar en claro que la vejez es una etapa que puede ser vivida, disfrutada, asimilada postiva y alegremente. No hay necesidad de privación, encierro, prohibición de salidas de ningún tipo.




¿Miedos? Sí, sin ninguna duda los miedos pueden hacerse presentes durante esta etapa de la vida. Y no es malo que aparezcan. Pero esta situación se tornaría peor si uno se deja consumir por dichos miedos, y pasa a vivir con ellos constantemente, privándose de cosas buenas por su presencia. Si hay un desafío a vencer durante este ciclo de la vida humana es el de los miedos, los temores, las negaciones, etcétera. Es necesario abrirse, dejar los miedos de lado, tener ganas de vivir. Se debe valorar lo que uno tiene, lo que uno logró en la vida, las posibilidades que ha tenido, los objetivos que se han alcanzado. ¿Quién dice que la vejez es la etapa en la cual hay que abandonar todo tipo de ideal, sueño o proyecto a realizar? Nunca hay un momento definido para ello.

Además, y en el caso de que sea necesario la ingestión de medicamentos para reforzar la salud de la persona, el consejo que puedo dar al respecto consiste en tomarlos como un instrumento de ayuda, no de destrucción. Con esto me refiero a tomar la medicación sabiendo controlar las dosis implementadas, con los consejos de un experto en la temática, pero no pasar a un primer plano en la vida a los medicamentos, las enfermedades, las heridas y los episodios negativos que, sin duda, se viven en esta vida y pueden ser sumamente fuertes y dolorosos. No hay medicación más buena que el amor y el afecto que los amigos, familiares y allegados pueden brindar. Y esa medicina no puede adquirirse en ninguna farmacia de este mundo.

Que hay obstáculos, por supuesto que sí. Esta vida de por sí los plantea y es necesario (por no decir urgente u obligatorio) aprender a convivir con ellos. Uno de estos obstáculos puede ser una enfermedad. Frente a esta situación, considero de vital importancia mantener siempre presente el mayor optimismo posible. Pensar en todo momento que la enfermedad se va a poder superar. Que no va a estar para siempre con nosotros. Si nos toca padecerla, bienvenida sea, por algo será. Y ese algo puede tomar un valor positivo si uno lo reflexiona. Reflexiona sobre su pasado, sus actitudes, sus proyectos, sus ambiciones, sus vicios, sus puntos débiles, entre otros aspectos. Quizás la enfermedad ayude a cambiarlos, a mejorarlos, a implementar nuevas actitudes que nunca (o casi nunca) estuvieron presentes.

La buena actitud es un factor fundamental. El creer que se puede seguir para adelante, el no encerrarse en los defectos de uno mismo, el dejarse ayudar y aconsejar, el tener en cuenta a los amigos que siempre estuvieron presentes, a los familiares, a los seres que uno más quiere. Ellos pueden resultar un elemento fundamental para que la persona que envejece quiera seguir viviendo todavía una vida plena, llena de contenido y cualidades humanas para dar.


Como ven, los motivos para seguir viviendo pueden ser varios y variados. ¿Quién dijo que la hora de ponerle punto final a la vida ha llegado?

martes, 2 de agosto de 2011

MÚLTIPLES MANERAS DE HABLAR

Puede resultar extraño que la pregunta formulada en el título haya sido formulada por mí, ya que reconozco que soy una persona a la cual le encanta hablar constantemente. De hecho, y dada la profesión de periodista que pienso alcanzar, la voz es un instrumento vital para emplear.
Pero, pensemos por un instante en las millones de palabras que dice una persona en un lapso de veinticuatro horas. ¿Cuántas serán? Muchísimas, sin dudas. Pero de todas ellas, a veces obtenemos beneficios y otras veces podemos obtener disgustos, por no emplear las palabras adecuadas en el momento oportuno. ¿A quién no le ha sucedido el decir una palabra, una frase, una oración desafortunada en alguna oportunidad? Me ha sucedido algunas veces y admito que me he sentido avergonzado.

Pero no todo debe ser tan negativo. El juego no estaría en dejar de hablar por temor, miedo o vergüenza, sino que el desafío principal consiste en saber medir las palabras y expresiones que utilizamos. Y aquí surge un tema muy interesante para la discusión: ¿los seres humanos hablamos únicamente empleando palabras? Evidentemente hay muchísimas otras formas de transmitir un mensaje a alguien, ya sea mediante gestos faciales, muecas, utilizando las manos, utilizando objetos, y hoy más que nunca, a través del uso de la tecnología.

Y aquí surge otro tema interesante para debatir: ¿hasta dónde es posible utilizar a tecnología para transmitir mensajes? O más concreto aún: ¿cuáles son las mejores y más convenientes maneras de utilizar la tecnología para comunicarnos? En la actualidad puede afirmarse que, si hay algo que no falta en este mundo en el que vivimos, son formas de comunicación. Las mismas han ido presentando (y lo seguirán haciendo a futuro) diversos y variados avances, desde la creación del teléfono de Alexander Graham Bell (que fue quien lo patentó por primera vez) y Elisha Gray, en el año 1876, hasta las tan populares redes sociales que hoy en día invaden nuestras computadoras.

No puedo dejar de mencionar a los populares mensajes de texto o el MSN Messenger, que fueron mis primeras experiencias de comunicación a través de la computadora en un tiempo no muy lejano del pasado (si no me equivoco surgieron alrededor del 2005, aproximadamente). A posteriori surgió una nueva forma de comunicarse con contactos, a través de una suerte de teléfono virtual que se denomina Skype, el cual lo llamo así porque permite realizar llamadas telefónicas de forma gratuita a los contactos que uno desee.
Existen, además de las ya mencionadas, muchísimas otras maneras de mantenernos comunicados con los demás.

Pero el punto en el que quiero volver a hacer hincapié es: ¿realizamos un buen y coherente uso de la comunicación? ¿Qué papel juega la tecnología en este sentido?

Propongo analizar a continuación algunas de las ventajas y desventajas que estas nuevas invenciones han traído a nuestras vidas: en primer lugar, un beneficio puede ser el acortamiento de las distancias. Utilizando la tecnología uno tiene la posibilidad de comunicarse con cualquier parte del mundo, sin importar las distancias que separan a quienes se están comunicando. Yendo específicamente al uso del Skype, lo que le puedo rescatar a este teléfono virtual es que uno tiene la posibilidad de escuchar y ver (si es que los usuarios poseen cámaras web) a la persona con quien mantiene un diálogo a través de este medio. Eso genera la ventaja de tener un diálogo directo, cara a cara entre las personas, teniendo la certeza de que son realmente ellas porque cada uno conoce la voz de quien se está comunicando.

Pero las redes sociales tienen justamente estas desventajas. Y sobre esto voy a hablar más específicamente sobre mis experiencias utilizando la red social Facebook, ya que si bien poseo una cuenta en Twitter, todavía no termino de comprender del todo su funcionamiento. Creo que Facebook tiene la enorme ventaja también de poder comunicarnos con otras personas de manera eficaz, contando incluso con un chat para poder conversar con los diferentes contactos, o un muro en donde publicar mensajes. Pero la principal desventaja que creo que esta red social tiene, y hablo por experiencia propia, es la de los famosos “hackeos”: ¿cómo es posible saber con certeza que la persona con la que me estoy comunicando es realmente esa persona? No hay una voz que lo pueda comprobar. De todas formas, no dejo de reconocer que Facebook es una de las primeras redes sociales que se instalaron, y se ha hecho muy popular a lo largo de estos últimos años, permitiendo el surgimiento de variadas novedades a nivel comunicativo.

Twitter, de acuerdo a lo que he podido manejar hasta el momento, también permite el envío de mensajes. El tema de los hackeos también se hace presente, pero no deja de ser otra de las tantas redes sociales más populares. Creo que, en este mundo tan tecnológico en el que nos encontramos, hay que probar todos (o la mayoría) de formas de comunicación que tenemos.
Todavía siguen existiendo el MSN y los mensajes de texto, con sus abreviaturas, frases y formas de envío que me costó dominar en un principio, pero que hoy puedo entender con mayor profundidad.

Ya han venido también los Ipods, Ipads, SmartrPhones, Iphones y demás celulares que vienen, incluso, con agendas, reproductores de video y música, acceso a Internet, juegos incluidos, entre otras aplicaciones.

Pero nunca hay que olvidar la forma más primitiva que tenemos los seres humanos para establecer comunicación: el diálogo, la charla, la pronunciación de palabras. Y aquí puedo notar una ventaja enorme: éstas van a estar presente siempre en el ser humano, desde su nacimiento hasta su muerte.


Veremos con qué nos siguen sorprendiendo a futuro la comunicación y la tecnología. ¿Un consejo? ¡A no quedarse atrás!